LAS OVEJAS CHARLATANAS.
En un lugar muy bonito
vivía un hombre que dedicaba su vida a la cría y cuidado de ovejas. Un buen
día, compró a un ganadero un nuevo rebaño para su granja. Cuando dejó a las
ovejas en el prado se dio cuenta de que no paraban de hablar y balar en todo el
día. Algo que se hacía molesto para el pastor, ya que no parecían escuchar
todas y cada una de las órdenes que les daba. La verdad que les sorprendió que
las ovejas hablaran.
ILYAS RAHMANI
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