Erase una
vez un esquimal que vivía en el polo Norte. Estaba en un iglú en la
zona sur del Polo Norte. Un día el esquimal, llamado Fred oyó
algo, pero fue ver y no había nada. Durante varios días le
ocurrió lo mismo, pero no conseguía saber lo que pasaba. Pero un
día Fred se quedó esperando y vio una foca. Fred y la foca se
hicieron muy amigos. Un día, cuando Fred fue a ver a su amiga vio
que no estaba y observó a lo lejos un barco que la había capturado.
Entonces Fred cogió un velero y siguió al barco. Pero el velero
era demasiado pequeño para detener al barco. La siguió y llegaron a
un almacén. Allí pararon y Fred vio un montón de focas. Casi lo
ven, pero se escondió. Después volvieron a coger el barco y como el
velero era muy lento se escondió dentro del barco y se fueron a
Oceanía. Allí se bajaron los hombres del barco. Entonces Fred
aprovechó para meter las focas en el barco. Pero en vez de ir al
polo Norte, se fueron al Polo Sur. Para que los hombres no las
encontraran. Y allí se construyó su iglú y siguió con su vida de rutina.
Érika
González Cáceres.
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