Hace
miles de años, en una extraña isla, vivía un rey. Gobernaba un
pueblo que se llamaba El Valle Encantado. Ahí los niños se
divertían mucho porque era mágico y había atracciones.
Un día
el rey tuvo un hijo que a los veinte años iba a gobernar el pueblo.
Cuando tuvo los ocho años se fueron de viaje a San Sebastián, y un
día fueron a la playa. El rey se alegro y se metió en el agua muy
adentro. El hijo le advirtió que había un tiburón, pero el rey,
con la emoción, no lo oyó. Su hijo se lo volvió a repetir y el
padre al darse cuenta intentó salir del agua, pero...como estaba tan
lejos, el tiburón se lo comió y el hijo se quedó solo llorando.
Pasaron doce años y el hijo empezó a gobernar el pueblo. Y una vez
que él y su esposa fueron a la playa, al meterse en el agua vieron
la figura del tiburón, que le guiñaba un ojo y comprendió que era
la señal de que su padre estaba orgulloso de lo que había hecho en
el reino. Los reyes fueron felices, tuvieron hijos y comieron
perdices.
IMANOL GARCÍA MARTÍN.
IMANOL GARCÍA MARTÍN.
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