Hace
miles de años había un rey y un tiburón que vivían en una extraña
isla. Un día vieron un cartel que decía: “DINOSAURIOS SUELTOS
PELIGROSOS”. Vieron unos pies grandes detrás de una roca. El
tiburón se asomó y vio que era un dinosaurio que era muy grande. Se
había dado cuenta que el dinosaurio sólo quería jugar con ellos
porque sus amigos no querían jugar con él.
El
dinosaurio les dijo: -No tengáis miedo, que no os voy a hacer nada,
sólo quiero jugar con vosotros y hacerme amigo vuestro.
Asier
Lorenzo Pérez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario